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El ascenso del tao: Rey y Kylo Ren como Yin y Yang

  • Laura Madroñero Pazos
  • 8 ene 2020
  • 13 Min. de lectura

Actualizado: 6 mar 2020

Aquí analizo una dinámica energética ancestral, presente en todos lados y accesible a través este blockbuster.


ATENCIÓN: MUCHÍSIMOS SPOILERS


Procedo a meterme en un buen jardín del que no se puede salir del todo. Quiero dejar claro que aún no soy cabalista ni taoísta. Hay muchísimas cosas que puedo estar interpretando diferente, y mil cosas de las que no me daré ni cuenta. Pero es mejor hacer que no hacer, con la mejor intención posible y que cada uno opine libremente. También es importante aclarar que pienso que Hollywood programa mediante cábala (sabiduría oculta, tradicionalmente judía) mal utilizada, en su vertiente más oscura. De ahí que se pueda encontrar simbología hasta en los actores que participan en las películas.


De izq a dcha, Zazie Beetz (Boaz) y Joaquin Phoenix (Jachin). Las columnas del templo de Salomón.

Sin ser una gran seguidora de Star Wars, me atraen los Jedi desde siempre. En especial, esta última trilogía me ha resonado de manera muy personal y a la vez universal. El germen de este estudio son una serie de sincronicidades que viví el primer día que fui a ver el episodio 9: El ascenso de Skywalker (JJ. Abrams, 2019). Contemplando el final de la saga, no podía creerme como símbolos tan claros se me habían pasado en los episodios anteriores: estaba ante el yin y el yang. Y la dualidad está destinada a convertirse en una sola cosa. Blanco y negro, masculino y femenino, derecha e izquierda. El equilibrio viene dado por la cooperación entre el yin y el yang. Protagonista y antagonista, Rey y Kylo Ren.




Hagámoslo simple con la definición de Wikipedia:


"El yin y el yang (chino estándar 陰|陽 yīnyáng 'oscuro-brillante') son dos conceptos del taoísmo, que son usados para representar o referirse a la dualidad que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.


Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización solo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, yin y yang, serían la fase siguiente después del tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen."


Y según Adrián Triglia, en el blog psicologíaymente:


"El taoísmo originario fue una filosofía basada en la metafísica que aborda cuestiones tanto sobre cuál es la naturaleza de lo que existe (animales, seres humanos, mares, ríos, estrellas, etc.) como lo que debe ser hecho, es decir, la moral. Según los escritos atribuios a Lao Tse, lo que es correcto hacer emana del orden natural de las cosas, así que naturaleza y moral son una sola cosa. Actuar mal, por consiguiente, es "desviarse" de la senda por la que transcurre el cambio en la naturaleza cuando esta permanece en armonía.













¿Cómo explicar que en las mismas cosas parezcan existir a la vez el cambio y la permanencia? Lao Tse recurrió a la idea de la dualidad y de los cambios cíclicos para explicarlo. Para él, todo lo que existe y lo que podemos ver contiene dos estados entre los que se establece un equilibrio: el día y la noche, la luz y la oscuridad, etc.


Estos elementos no son exactamente opuestos y su razón de ser no es acabar con el otro, sino que más bien son complementarios, ya que el uno no puede existir sin el otro."


Los últimos Jedi, Rian Johnson, 2017
Fanart de @animationash

La polaridad existe en toda la galaxia. Luke Skywalker define la fuerza como una tensión y un equilibrio entre la luz y la oscuridad. Cuando la luz se alza, también lo hace proporcionalmente su contrario y viceversa. Simplificado, podríamos identificar el yin yang con las dicotomías república y dictadura, rebeldes e imperio, Jedi y Sith. Aunque realmente son los famosos Jedi Skywalker, linaje de claridad, los que crean a Kylo Ren, mientras que los oscuros Sith, convergiendo en el Emperador Palpatine, dan a luz a Rey. En esta frase encontramos la plasmación visual del concepto: un punto oscuro en medio de la sección blanca, un punto claro coronando la sección negra. Hasta la aparición de Rey y Kylo Ren, jamás ha existido en la saga un verdadero y justo equilibrio entre el yin y el yang, un equilibrio en la fuerza. La dinámica de su relación los convierte en un solo individuo, son la representación del superhombre equilibrando sus polaridades para convertirse en la mejor versión de sí mismo.


Energía YIN▼EVA, lo femenino. LA LUNA. OSCURIDAD. IZQUIERDA. FRÍO. Interior. Expansión, húmedo, líquido, blando, suave, lento. Tierra y agua (materia y emoción). Siente. Es invadido. Absorbe. Pasivo. Sefirá negra. Columna Boaz negra. Copa. Creatividad, creación, detalle. Receptividad, calma, aceptación. Inseguridad, complacencia, miedo. Conservación.


Energía YANG ▲ ADÁN, lo masculino. EL SOL. CLARIDAD. DERECHA. CALOR. Exterior. Contracción, seco, sólido, duro, rápido. Fuego y aire (espíritu y mente). Piensa. Invade. Penetra. Activo. Sefirá gris. Columna Jachin blanca. Espada. Estructura, seguridad, autoestima. Iniciativa, dirección, avance. Control, dominancia, violencia. Destrucción.


Las energías yin y yang son ambiguas y están presentes en todos los géneros, por tanto más complicadas de categorizar de lo que parece. Es necesario un profundo análisis de los personajes y los símbolos que los rodean para obtener un atisbo de la relación energética que establecen. También es conveniente poner atención sobre los recursos cinematográficos, tales como las composiciones complementarias en plano contraplano, expresando este conflicto.


Rey, llueve agua
Ren, llueve fuego
Los últimos Jedi, Rian Johnson, 2017

KYLO REN/ BEN SOLO


El ascenso de Skywalker, JJ Abrams, 2019

Empecé identificando a Kylo Ren como yin porque es oscuro y siente la llamada de la luz. Inmerso en su lado femenino, vive con las emociones a flor de piel. El poder de los Sith reside en aprovechar las heridas emocionales de las personas, canalizándolas a través del miedo y lo ilógico para invocar una fuerza oscura, por lo que el comportamiento del joven no es de extrañar. Pero Ren es consciente de su desequilibrio, por ello su personaje pasa de recibir órdenes (pasividad de la polaridad femenina) a abrirse camino mediante la violencia (actividad de la polaridad masculina) en un intento de cubrir sus carencias.



Su colorimetría es completamente yin: ropa y pelo negro, tan solo la cara blanca, la cual esconde tras un casco también negro, que le ayuda a ahogar su única parte luminosa. Además, sus ojos oscuros están casi siempre iluminados con un puntito de luz, cortesía del departamento de fotografía. El ambiente que lo rodea es oscuro y frío, lo que se sublima en el 9º episodio mediante el agua (emoción): se pasa empapado gran parte de la película. Además, sus dependencias son blancas con detalles negros, lo que parece estar invocando un deseo de equilibrio, un acercamiento a la luz. Al final del 7º episodio, Rey le marca su lado derecho de la cara, evidenciando la herida que tiene en el yang. La cicatriz tiene una implicación más profunda de lo que parece: en el árbol de la vida de la cábala, la columna masculina y blanca Jachin está coronada por el sefirá o esfera gris. Se corresponden con el lado derecho, relativo al arquetipo del padre, los antepasados masculinos y el yang.


Árbol de la vida (incluye columnas del Templo de Salomón)

Kylo Ren acaba de asesinar a su padre, lo que parte su espíritu. Con este acto derrumba su pilar masculino, lo que le conduce a un mayor desequilibrio y alejamiento de la luz. Además, en el 8º episodio descubrimos que su tío Luke estuvo a punto de matarle, e imaginamos que tanto en la luz como en la sombra carga con el peso de parecerse a Darth Vader. En contraposición, Kylo Ren se siente relativamente cómodo con las mujeres (sefirá negro), son lo único que le motiva para abandonar el lado oscuro. Es incapaz de matar a su madre y es seducido por su opuesto Rey. Pero su ser absolutamente desequilibrado le impide relacionarse con ella, pues esconde una vulnerabilidad que puede resultarle castradora, una confusión que le dirige directamente a sus lagunas en la energía masculina. Una rápida visual de las mujeres de su vida, representando su deseo de luz:



Le atrae la masculinidad bien gestionada de Rey. Se acerca literalmente a su hoguera.


El despertar de la fuerza, JJ Abrams, 2015

Es destacable que, antes de morir, Han Solo acaricie la mejilla derecha de su hijo y, más importante aún, momentos antes de que Ren vuelva al lado luminoso, repita el mismo gesto (ya fantasma) para recolocarle en la dignidad de lo masculino. Acaba de morir su madre Leia, y ha presenciado un puro acto de compasión por parte de Rey. Sabe que la tensión ha cedido a favor de la luz, pero no puede volver a ella sin equilibrio en su interior. Por ello, Kylo Ren “revive” a su padre a través del recuerdo, y en esta nueva oportunidad es capaz de cumplir su destino. Ren es un elegido que ha tenido que bajar a los infiernos para comprender la luz. Solo mediante la exploración de la rabia se alcanza la misericordia.


Me pregunto que habrá hecho el bueno de Han para merecer ese odio visceral, ya que la nueva trilogía no nos da ninguna referencia explícita sobre lo que ocurre. Sin embargo, puede ser que el contrabandista no sea el responsable directo del legado kármico de daddy issues que recibe Kylo Ren en el apellido Skywalker. Aunque sí partícipe, porque Ren tampoco usa su verdadero nombre Ben (hijo de) Solo. Benjamín (del hebreo: Ben iamin, hijo de la diestra)


Hijo de la inmaculada concepción (no hubo padre)


Su lado izquierdo de la cara
No. Yo soy tu padre


Las emociones descontroladas de Ben Solo surgían de problemas con su padre, que representa la estructura. Sin esa base de ordenación, el deseo de equilibrarse lo llevaba a indagar en el lado oscuro del yang, la dominación y la violencia. Según Francis Lamadrid, una persona que no sabe gestionar el yang o que se sume en un exceso del mismo, resulta frenética, autoritaria, no siente empatía ni es capaz de escuchar.


“En su ensayo ‘Utopiyin, Utopiyang’, Le Guin habla sobre cómo la mayoría de la ficción distópica se enfoca en regímenes que sobredosis en "yang", que buscan parecer fuertes en lugar de abiertos"- Juliwitte en el blog clonecorridor


El imperio somete, los Sith manipulan. Demasiado yang fuerza la naturaleza y puede llevar a actos antiorgánicos y violentos. Si Kylo Ren como yin es tierra y agua, obviamente deseará una espada de fuego para convertirse en un hombre. Ren intenta controlar a Rey mediante la fuerza, incluso al reconocerla como una igual, pretende que sea ella la que se acople a su camino. Su visión complementaria incluso vislumbra a Rey en el lado oscuro.


‘Yang, el dominador, siempre busca la manera de negar su dependencia al yin’ - Ursula K. Le Guin


Lo que finalmente debe hacer es aceptar su energía femenina absorbiendo la postura de Rey. Sólo eso puede librarle del lastre de la soberbia y convertirle en un ser digno. Ya veremos que a Rey no le cuesta ejercer un rol masculino y penetrar en el alma de Kylo Ren, sino que lo que ha temido durante todas las películas es que él, la emoción y la oscuridad, entre en ella. Digamos que Ren desea ser un hombre y Rey una mujer, y ambos frustrados llevan caminos complementarios en los que interaccionan psicoterapéuticamente para materializar lo que desean. Y al final lo consiguen, pues el clímax de la película es un coito alegórico en el que él la penetra y ella lo absorbe, fundiéndose en un solo ser perfecto y equilibrado Palpatine-Skywalker. Quien, por cierto, ostenta un sable de luz amarillo, lo que simboliza que alguien finalmente fue capaz de traer el equilibrio a la fuerza.


El ascenso de Skywalker, JJAbrams, 2019
La cicatriz de Ren ha desaparecido

REY


"Rey es Sith de nacimiento y Jedi por elección" - blog Culturaocio


El ascenso de Skywalker, JJ Abrams, 2019

A la protagonista lo que le duele es el yin, por lo que vive en el yang. A diferencia de Ren, que es encontrado, Rey busca activamente a sus maestros. Vive en la superficie, en la claridad. Su planeta, Jakku, un desierto ardiente. Es una huérfana abandonada, reprime ese dolor y las emociones en general mediante la mente y la actividad diaria. Pero también es calmada y compasiva, como muestra desde el principio con los seres más pequeños como BB-8. Su punto débil es la familia, siendo especialmente receptiva ante los arquetipos paternos (como más tarde remarca Ren), aunque a medida que avanza su personaje, lo llega a ser con los maternos. Finalmente encuentra la integridad en sí misma. La esperanza de volver a formar una familia con la que explorar las emociones es su energía yin deseando equilibrarse. Aunque el proceso conlleve adentrarse en cuevas oscuras. Opuesta a la paradoja de Ren, en la masculina Rey centellean los peores aspectos de la energía femenina: el miedo y la falta de autoestima. Rey tarda dos películas en reconocer en sí la grandeza. Aunque es ingeniosa, se niega a desbloquear sus emociones porque sabe que, escondida entre ellas, existe una realidad muy oscura que no está preparada para gestionar. Pero es una realidad que necesita. En esto se parece a los Jedi, quienes siempre sido vencidos por las emociones descontroladas que llevan a miembros poderosos como Anakin y Kylo Ren al lado oscuro. Para evitarlo, los Jedi se convierten en ermitaños que no se casan ni forman familias, huyendo de la emoción por miedo al fracaso, son poderosos desequilibrados destinados a desaparecer como tal. Igual que los Sith. Albergan el deseo de explorar “lo prohibido” en sus espadas láser verdes y azules, tierra y agua, carne y emoción. Esto está grabado a fuego en el legado que recibe Rey a través de la fuerza, quien la dirige hacia la subversión de la dicotomía clásica Jedi-Sith mediante la exploración de la emoción y el sexo.


"La cueva a la que temes entrar esconde el tesoro que buscas" – Joseph Campbell



Los últimos Jedi, Rian Johnson, 2017

La cueva oscura de la Isla Templo es fría y húmeda. Es una vagina yin. Cuando Rey atraviesa el pozo, cae al agua para después poder mirarse a un espejo, dónde al preguntar por sus padres, aparecen dos sombras lejanas que se funden en una, la cual resulta ser su propio reflejo. Ahí tiene toda la información que necesita.



Los últimos Jedi, Rian Johnson, 2017

Como no puede ser de otro modo, la isla de Ahch - To también tiene un santuario complementario a la luz, arriba del todo, en el aire. Si la cueva yin era una vagina ▼, la cueva yang es un símbolo fálico ▲. El pozo del santuario de la luz alberga el símbolo del yin y el yang, delante de las narices de los Jedi. Luke se asusta de la tendencia de Rey al lado oscuro, porque no parece entender que ella necesite explorarlo. Su desarrollo es diametralmente proporcional al de Ren, pues la fuerza se autoequilibra. Cuanto mayor es el poder de la Primera Orden en la galaxia, más soldados de asalto son “despertados” para desertar. La fuerza fluctúa a través de las dos cuevas.


La colorimetría de Rey es piel y vestimentas claras con un toque de oscuro en el pelo, marcando tendencia al yang. Sus vestidos pasan del blanco arena grisácea al gris oscuro, para finalmente dar lugar a un blanco limpio. Generalmente,el gris puede simbolizar fusión tanto en taoísmo como en cábala. Particularmente, la fase grisácea la acerca al sefirá gris (el padre), concuerda con su comportamiento masculino. La fase gris oscuro coincide con su adentramiento en el yin, necesaria para su desarrollo, mientras que la hermosa fase blanca sugiere que ha llegado al culmen de su desarrollo (sefirá blanca corona, chakra corona, fusión masculino-femenino).



La pulsión de Rey hacia el lado oscuro puede verse empeorada por el libre flujo de emociones (agua, véase imagen de abajo), especialmente el femenino miedo. Al igual que Ren, sentirse incompleta la lleva a la severidad y a la rabia. Su evolución la lleva a mostrar cada vez más dones femeninos, su dinámica es resistir cuando su contrario la intenta dominar. Ella quiere conservar y él quiere destruír. Ambos son literalmente los máximos exponentes de la Resistencia y la Primera Orden. Sin embargo, existe rabia en Rey y un conflicto alrededor, simplemente porque piensa que no debe sentirla. Es aprendiz de Jedi. Según la ley del espejo, la rabia de Ren le está reflejando su propia rabia incomprendida. Asesinaron a sus padres, fue abandonada y olvidada en el desierto. Y Ren, que tiene familia, se dedica a asesinarla. La rabia de Rey tiene sus motivos, solo ha de explorarlos.


"Conocer nuestra propia oscuridad es el mejor método para lidiar con las oscuridades de otras personas" - Carl Jung


El ascenso de Skywalker, JJ Abrams, 2019

Una de sus últimas pruebas es la batalla final con su archienemigo/amante. Rey ha sorteado enormes olas (literales y figuradas) para llegar hasta el lugar dónde se baten, pero va perdiendo. Es entonces cuando Leia utiliza sus fuerzas finales para impedir que su hijo acabe con Rey, dejándolo fuera de juego, lo que la chica aprovecha para atravesarle el costado derecho con su propio sable de luz. Existe un antecedente en la misma película de un episodio en el que Rey sana con la fuerza a una gigante serpiente herida (símbolo de la evolución humana, sabiduría espiritual y curación, recorre el árbol de la vida). La comprensión de la vida, de la unidad, y sobre todo la compasión y el sentimiento de equidad con todos los seres hacen que Rey salve la situación de la serpiente de la manera más insospechada. Todo se reduce a lo que te duele. Y viendo Rey al opuesto en el suelo, con su herida abierta, entiende que la dualidad es una ilusión. Él es ella, y ella él. Ahí es cuando puede eliminar de sí lo que detesta de Ren. Viéndose profundamente conmovida por el acto de Leia, es capaz de devolver la vida a su enemigo (y de paso sanar la cicatriz de su mejilla derecha). Esta lección empieza a derruír el ego de ambos y los hace entrar en verdadera sintonía.


Árbol de la vida
Adán y Eva
Los últimos Jedi, Rian Johnson, 2017

Pequeñas coincidencias de un Hollywood cabalista


Para terminar, contemplemos la posibilidad de que las películas sean rituales. O que se hagan rituales en el rodaje de las películas. Prefiero no saber los detalles escabrosos, pero recibo pequeñas nociones de simbología, necesarias para la creación de nuevas mitologías o para la supervivencia de las que siempre estuvieron.


Adam Driver y Daisy Ridley

Adam Driver

(se llama literalmente Adán, significa "hombre", "rojizo", "sangre", o bien "hecho de tierra")


Signo: Escorpio

Polaridad: Femenina, YIN

Elemento: Agua

Personaje: Kylo Ren, completamente escorpiano


Daisy Ridley

(podría llamarse Eva, pero se llama Margarita, que significa "perla". Puede estar haciendo alusión al sefirá blanco o al gris. Y al himno de la perla de los gnósticos)


Signo: Aries

Polaridad: Masculina, YANG

Elemento: Fuego

Personaje: Rey, arquetípica ariana




No olvidemos que JJ Abrams es judío. No todos los judíos son cabalistas pero éste tiene todas las papeletas. Además declara sobre sus personajes:

“Antes que una relación romántica, es una cuestión de hermano y hermana”, explicó, según recoge Slash Film. “No como un asunto sexual o romántico, sino que están unidos en esta película de un modo muy intenso y espiritual, de modo que sí, también podría considerarse romántico” (Cinemanía)


Abrams parece hacer referencia a la hierogamia, según Wikipedia "un concepto teológico de varias religiones que se refiere a la existencia de algún tipo de matrimonio sagrado, bodas santas o bodas espirituales."


Representación romana del yin y el yang

"Como resultado de la antropomorfización característica de todas las religiones, las antiguas incluyen entre sus mitos un papel central a la unión carnal entre dioses; por ejemplo, en la religión egipcia, entre Isis y Osiris, incestuosa, como muchas de las hierogamias."


Los panteones son familia. Recordemos el matiz incestuoso que tiene la saga Skywalker en ocasiones, dejando que pensemos que Ren y Rey son hermanos durante su trilogía o que Luke y Leia no lo son.


"El hieros gamos cumple su papel en ciertas sociedades secretas. La unificación que puede simbolizarse con un matrimonio sagrado es un arquetipo que se da también en otros ámbitos, muy diversos, como pueden ser los mitos de la reencarnación, las religiones mistéricas y la alquimia (que hablaba de la unificación o coniunctio -"conjunción"- de Sol y Luna); o el principio, aún más genérico, de la concordia oppositorum ("concordia de los opuestos"), yin y yang (filosofía oriental) o yab-yum (budismo tántrico)."


Hollywood es bastante consciente de lo oculto, no se puede negar. Al no tener pruebas que convenzan a todo el mundo, son las creencias personales las que lo clasifican como entretenimiento blanco o magia negra. Lo bueno es que la verdad siempre acaba saliendo a la luz, y la era de la desinformación acaba dando lugar a la era de la información. Tal y como fluye el tao a través del ying y el yang.

Webgrafía


- Equilibrando nuestra energía masculina y femenina por Francis Lamadrid https://www.youtube.com/watch?v=wmLjsn2UhS0


 
 
 

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